
Nuestro planeta está habitado por un gran número de seres vivos, muy diversos, entre los que podemos encontrar desde aquéllos microscópicos, la mayoría unicelulares, hasta gigantescos árboles o grandes mamíferos pluricelulares. Todos ellos, en su conjunto, conforman la enorme y necesaria diversidad biológica que puebla el planeta. La ciencia encargada de su estudio es la biología. Desde la antigüedad, los primeros observadores estudiosos de la naturaleza se dedicaron a agrupar y describir a los organismos vivos sobre la base de características comunes que los relacionaran. Se formaron, en principio, dos gran-des grupos que fueron denominados ‘reinos’, a saber: el vegetal y el animal. Los seres que integraron el primero de ellos fueron definidos como seres vivos que partiendo de sustancias simples ‘fabrican’ su propio alimento y son, en general, inmóviles; y los integrantes del segundo como seres que dependen de los anteriores para su nutrición y que tienen, regularmente, movilidad. A partir del Renacimiento, con las nuevas posibilidades dadas por varios inventos —como el microscopio y la imprenta—, el hombre llegó a conocer el inmenso mundo de la vida microscópica lo que obligó a reconocer que los dos antiguos y ya clásicos grupos no eran suficientes para incluir a todas las especies vivientes. En la actualidad, y después de muchas y no acabadas polémicas entre los científicos, se ha llegado a definir cinco grandes reinos. Éstos son:
1) El reino Monera: representado por organismos procariontes unicelulares, con células consideradas ‘no verdaderas’ por carecer de organelos, inclusive de núcleo. Todas sus funciones se realizan a nivel de membrana celular. Pueden ser autótrofos, o sea que sintetizan sus propios alimentos por quimiosíntesis —como las algas verdiazules— o heterótrofos, que obtienen sus alimentos de otros seres vivos —como las bacterias.
2) El reino Protista: constituido principalmente por organismos unicelulares, aunque también hay algunos pluricelulares en forma de colonias. Todos tienen células eucariontes o ‘ver-daderas’, ya que cuentan con núcleo y otros organelos encargados de realizar las funciones metabólicas.
Los organismos de este reino pueden ser autótrofos —realizan fotosíntesis aprovechando la luz solar para formar sustancias energéticas— o bien heterótrofos consumidores, como es el caso de las amebas.
3) El reino Fungi: incluye organismos pluricelulares eucariontes, cuyas células presentan pared celular. Son heterótrofos ya que no elaboran sus propios alimentos y pueden ser parásitos o saprófitos. En este último caso se alimentan de materia orgánica en descomposición como madera o heces fecales, entre otras. Este grupo abarca a todos los hongos existentes en la naturaleza, los que pueden ser microscópicos —muchos de ellos causantes de enfermedades tanto en animales como en vegetales por lo que pueden producir enormes pérdidas en muchos cultivos como el trigo, el maíz y muchos frutales— o macroscópicos u observables a simple vista —entre éstos se encuentran muchos hongos comestibles e inclusive medicinales.
4) El reino Animal o Animalia: lo integran organismos pluricelulares eucariontes heterótrofos, o sea que no pueden elaborar sus propios alimentos por lo que dependen de otros para su nutrición. La mayoría de ellos tienen movimiento aparente, por lo menos en parte de su ciclo biológico. Este reino es uno de los más observados, y a él pertenecen todos los animales tanto silvestres como domésticos, incluso el hombre.
5) El reino Vegetal o Plantae: incluye organismos microscópicos y macroscópicos, unicelulares y pluricelulares todos eucariontes, autótrofos por realización de fotosíntesis, o sea que son capaces de sintetizar, utilizando la energía solar, sus propios alimentos a partir de sustancias inorgánicas. Tienen células con pared celular, vacuola grande y cloroplastos que contienen un pigmento fotosensible llamado clorofila. Producen sustancias ergásticas que pueden ser productos de reserva o de desecho, tales como taninos, gomas, resinas, látex o sílice, entre otras.
En este reino hay organismos de hábito acuático y subacuático, pero la mayoría son terrestres, sin movimiento aparente. Agrupa a todas las plantas existentes en la naturaleza.